ESTA REFLEXIÓN ES PARA TI MI AMIGO (A) EL DÍA QUE YO CUMPLA 99 AÑOS DE VIDA.
ESTA REFLEXIÓN ES PARA TI MI AMIGO (A) EL DÍA QUE YO CUMPLA 99 AÑOS DE VIDA.
Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron. Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo.
En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo:
No supe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia.
- Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya….
- Estuvimos buscando donantes y al fin encontramos a un señor vagabundo. Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: “no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá….”
- Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y oraba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo dijo: “Madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.”
La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
“Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste.
Ahora te estoy esperando en otro sitio, espero que no tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que desde el cielo te estaré esperando porque eres mi querido y mejor amigo. ¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? Sí, fue porque me convertí en cristiano evangélico y tú me decías que eras católico. ¿Qué cosa no? …. éramos inseparables, bueno pues quiero decirte que te quiero mucho. y te quiero como mi hermano.
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